EL CAZTOR
El castor es un animal que vive en los pantanos. Ciertas de sus partes sirven, según dicen, para curar algunas enfermedades. Por eso cuando se ve descubierto y perseguido para cortarle las partes, sabiendo por qué le persiguen, huye hasta alguna distancia, sirviéndose de la rapidez de sus pies para conservarse intacto; pero cuando se ve perdido, él mismo corta sus partes, las arroja y salva de este modo su vida.
A veces deshacerse de algunas fortunas puede significar evitarse
una tragedia.
EL LEÑADOR Y EL CAZADOR
Buscando un cazador la pista de un león, preguntó a un leñador si había visto los pasos de la fiera y dónde tenía su cubil.
-Te señalaré al león mísmo. -dijo el leñador.
-No, no busco al león, sino sólo la pista- repuso el cazador pálido de miedo y castañeteando los dientes.
Si quieres ser atrevido en las palabras, con más razón debes ser valiente con los actos.
DESCRIPCIÓN DE LA BIOGRAFÍA DE FEDRO
Fabulista latino de la época imperial, autor de cinco libros de fábulas en verso. Los pocos datos que se conocen nos han llegado a través de su propia obra. Nació durante el principado de Augusto (entre los años 20 y 15 a.C.), en la provincia romana de Macedonia, posiblemente en Pieria, según se lee en el prólogo al libro III, vv. 17-20, donde el poeta se muestra orgulloso de haber nacido en la tierra patria de las Musas (en el monte Pierio).
Aunque era esclavo, recibió una esmerada educación desde joven (sobre todo en latín, puesto que su lengua natal era el griego). Esto hace suponer a los críticos que fue llevado a Roma siendo todavía niño y que allí entró a formar parte del grupo de esclavos de Augusto, del que luego fue liberto. Este dato se encuentra en el título del principal manuscrito de Fedro (Codex Pithoeanus, del siglo IX), que lo presenta como "liberto de Augusto".
FÁBULAS DE ESOPO
EL LABRADOR Y EL LOBO
Un labrador condujo su yunta hacia un arroyo, después de la labor diaria. Los bueyes abatidos por el cansancio exclamaron:
—¡Al fin termino el día! El trabajo fue arduo y un poco de agua fresca no nos cae nada mal. Dejemos el yugo y vamos a beber.
Mientras así platicaban, pasó por allí un lobo hambriento que, buscando comida dio con el arado y empezó por lamer los dos lados interiores del yugo.
Después, poco a poco y sin darse cuenta, metió el cuello dentro y, no pudiendo librarse del yugo, en sus sacudidas, arrastró el arado por el surco.
Volvió en eso el labrador, que al verlo le dijo:
¡Ah, bicho condenado! Si por lo menos renunciaras a tus rapiñas y robos para dedicarte a trabajar la tierra…
Si el azar te da trabajo, deja artimaña y relajo.
EL ÁGUILA Y LA ZORRA
El
águila hizo su nido en una elevada montaña y, al pie de ella, la zorra dispuso
su madriguera.
Sucedió
que un día, mientras la zorra andaba de caza, el águila se llevó al mayor de
los zorruelos.
La
zorra madre se indigno sobremanera y maldijo a su infiel amiga. Mas, el águila
no quedó impune.
Hallándose
algunas personas en el campo sacrificando a una cabra, se arrojó el águila
sobre ésta y, arrebatando las vísceras encendidas, se las llevó a su nido.
Pero
una ráfaga de viento ex- tendió el fuego a las secas pajas de su guarida,
achicharrando a los aguiluchos que, rodando por los riscos, sirvieron a la
zorra de suculenta merienda.
Quien traiciona al amigo, halla pronto su castigo.
DESCRIPCIÓN DE LA BIOGRAFÍA DE ESOPO
Fabulista griego
Originario de Asia menor, diversos autores sitúan en diferentes lugares su nacimiento: Heraclio de Ponto lo sitúa en Tracia; Calímaco dice que era de Sardes; Fedro dice que nació en la región de Frigia; se cree que vivió en torno a los siglos VII y VI a. C.
Se dice que, como esclavo, su vida transcurrió al servicio de un filósofo llamado Xanto, quien lo habría comprado en un mercado al apreciar su agudo ingenio en pugna con otros dos esclavos.
Se cuenta que fue jorobado, tartamudo y de extrema fealdad y que fue acusado de haber robado un cáliz de oro del templo de Delfos. En castigo, fue arrojado a un abismo por los habitantes de Delfos.
Se le relaciona con fábulas de animales, transmitidas por tradición oral. Sus relatos se caracterizan por ser narraciones cortas y tener siempre una conclusión moralizante o "moraleja". En ellas, Esopo "humaniza" las conversaciones de los animales y plasma todos los vicios y virtudes de los hombres, con un gran talento satírico. Muchas de sus fábulas fueron reescritas en verso por el poeta griego Babrio, se cree que en los siglos I y II a.C., y en latín por el poeta romano Fedro en el siglo I d.C. Considerado el “padre de todos los fabulistas", precursor de un género que luego tendría grandes exponentes, como Jean La Fontaine, en Francia, en el siglo XVII, y Félix María Samaniego e Iriarte, en España, en el siglo XVIII.
FÁBULAS DE JEAN DE LA FONTAINE
EL GATO Y
LOS RATONES
Un gato, llamado Rodilardo,
causaba entre las ratas tal estrago
y las diezmaba de tal manera
que no osaban moverse de su cueva.
Así, con tal penuria iban viviendo
que a nuestro gato, el gran Rodilardo,
no por tal lo tenían, sino por diablo.
Sucedió que un buen día en que Rodilardo
por los tejados buscaba esposa,
y mientras se entretenía con tales cosas,
reuniéronse las ratas, deliberando
qué remedio tendrían sus descalabros.
Habló así la más vieja e inteligente:
-Nuestra desgracia tiene un remedio:
¡atémosle al gato un cascabel al cuello!
Podremos prevenirnos cuando se acerque,
poniéndonos a salvo antes que llegue.
Cada cual aplaudió entusiasmada;
esa era la solución ¡estaba clara!
Mas poco a poco reaccionaron las ratas,
pues ¿cuál iba a ser tan timorata?
¡Quién iba a atarle el cascabel al gato!
Así he visto suceder más de una vez
-y no hablo ya de ratas, sino de humanos-:
¿a quién no lo han golpeado los desengaños?
Tras deliberaciones, bellas palabras,
grandes ideas... y, en limpio, nada.
EL LEON Y EL RATON
Debemos ser generosos con todos, pues en cualquier momento necesitamos la ayuda de alguien más humilde que nosotros. De esta verdad estas fábulas darán fe en un instante.
Saliendo de su agujero harto aturdido, un ratoncillo fue a caer justo en las garras del león. El rey de los animales, demostrando su poder, le perdonó la vida. Su generosidad no fue en vano, porque ¿ quien hubiera creído que el león pudiera necesitar un día de la gratitud de un sencillo ratoncillo ?
Sucedió que en cierta ocasión en que el león salió de su selva, cayó en unas redes, de las cuales no podía librarse con sus fuertes rugidos. Lo oyó el ratoncillo, y acudió al sitio. Trabajó tan bien con sus pequeños dientes, que una vez roída una malla, el león terminó de desgarrar la trama entera.
En ciertos casos pueden más la paciencia y el tiempo que la ira y la fuerza.
Y una buena acción, en algún momento tiene su recompensa.
DESCRIPCIÓN DE LA BIOGRAFÍA DE JEAN DE LA FONTAINE
Jean de La Fontaine nació el 7 de septiembre de 1621 en el seno de una familia burguesa residente en Château-Thierry, Champagne (Francia). Su padre era responsable de la conservación de bosques.
Estudió Teología y Derecho en París, pero no terminó ninguna carrera, dedicando todos sus esfuerzos a su trayectoria literaria que dio inicio con la traducción del “Eunuco” de Terencio. También disfrutó de la vida bohemia de la capital francesa antes de regresar a su localidad de nacimiento y ayudar a su padre en su profesión medioambiental.
En el año 1647 se casó con Marie Héricort, de la que se separó en 1658. Tras esta separación, La Fontaine retornó a París, en donde fue protegido por el superintendente Nicolás Fouquet, formando con Molière, Bolieau y Racine la “Sociedad De Los Cuatro Amigos”.
Cuando Fouquet fue detenido por traición, su carrera fue apoyada por la duquesa de Orleáns, con quien mantuvo relaciones sentimentales desde el año 1664.
FÁBULA DE FÉLIX MARÍA SAMANIEGO
EL PERRO Y EL COCODRILO
Bebiendo
un perro en el Nilo,
al mismo tiempo corría.
– ¡Bebe quieto! -le decía
un taimado cocodrilo.
Díjole
el perro prudente:
– Dañoso es beber y andar;
pero ¿es sano el aguardar
a que me claves el diente?
MORALEJA
¡Oh qué
docto perro viejo !
Yo venero su sentir
en esto de no seguir
del enemigo el consejo.
LOS NAVEGANTES
Lloraban unos tristes pasajeros
viendo su pobre nave, combatida
de recias olas y de vientos fieros,
ya casi sumergida,
cuando súbitamente
el viento calma, el cielo se serena,
y la afligida gente
convierte en risa la pesada pena.
Más el piloto estuvo muy sereno
tanto en la tempestad como en bonanza.
moraleja
Pues sabe que lo malo y que lo bueno
está sujeto a súbita mudanza.
DESCRIPCIÓN DE LA BIOGRABÍA DE FÉLIX MARÍA SAMANIEGO
Escritor
español, famoso por sus Fábulas morales. Junto con Tomás de Iriarte es
considerado el mejor de los fabulistas españoles; la violenta enemistad surgida
entre ambos ha pasado a la historia de la literatura.
Perteneciente a una familia noble y
rica, tras los primeros estudios (llevados a cabo en el hogar paterno) fue
enviado a cursar derecho a la Universidad de Valladolid, donde permaneció dos
años sin llegar a concluir la carrera. En un viaje de placer a Francia se
entusiasmó con los enciclopedistas, y se quedó mucho tiempo en tierra francesa;
allí se le contagió la inclinación a la crítica mordaz contra la política y la
religión tan grata a los hombres del siglo, y cierto espíritu libertino y
escéptico que le indujo a burlarse de los privilegios y a rechazar, incluso, un
alto empleo en la corte que le ofreció el conde de Floridablanca.
De nuevo en Bilbao, volvió a llevar
las riendas de su hacienda, bastante olvidada, y a frecuentar las antiguas
amistades. En 1792 decidió llevar una vida más tranquila y se retiró a su villa
natal, Laguardia. Dos sucesos rompieron su tranquilidad: por un lado, la
invasión francesa del año 1793 que dejó malparadas sus posesiones guipuzcoanas;
por otro, algunas poesías satíricas y licenciosas le valieron el principio de
un proceso inquisitorial en 1793. El tribunal de Logroño llegó incluso a
decretar la detención del autor. Samaniego evitó peores consecuencias gracias a
la influencia de sus amistades en los altos niveles.
FÁBULAS DE AUGUSTO MONTERROSO
Perteneciente a una familia noble y
rica, tras los primeros estudios (llevados a cabo en el hogar paterno) fue
enviado a cursar derecho a la Universidad de Valladolid, donde permaneció dos
años sin llegar a concluir la carrera. En un viaje de placer a Francia se
entusiasmó con los enciclopedistas, y se quedó mucho tiempo en tierra francesa;
allí se le contagió la inclinación a la crítica mordaz contra la política y la
religión tan grata a los hombres del siglo, y cierto espíritu libertino y
escéptico que le indujo a burlarse de los privilegios y a rechazar, incluso, un
alto empleo en la corte que le ofreció el conde de Floridablanca.
De nuevo en Bilbao, volvió a llevar
las riendas de su hacienda, bastante olvidada, y a frecuentar las antiguas
amistades. En 1792 decidió llevar una vida más tranquila y se retiró a su villa
natal, Laguardia. Dos sucesos rompieron su tranquilidad: por un lado, la
invasión francesa del año 1793 que dejó malparadas sus posesiones guipuzcoanas;
por otro, algunas poesías satíricas y licenciosas le valieron el principio de
un proceso inquisitorial en 1793. El tribunal de Logroño llegó incluso a
decretar la detención del autor. Samaniego evitó peores consecuencias gracias a
la influencia de sus amistades en los altos niveles.
FÁBULAS DE AUGUSTO MONTERROSO